Abbas Kiarostami - Volver a Mirar el Mundo

Abbas-Kiarostami

El nombre de Abbas Kiarostami tiene una resonancia y remite a una imagen concreta, clara: la del cine iraní y sus historias pequeñas, minimalistas si se quiere y que parecen prendidas de una manera radical, inmediata a la realidad. Casi su solo nombre es ya una propuesta estética.

Por Orlando Mora

En un momento en que el cine parece urgido de realismo -no sólo bajo el auge del documental, también la ficción se alimenta de esa urgencia-, el nombre de Kiarostami se ha convertido en un referente alabado y reconocido por muchos. Creo que pocos directores importantes del mundo cinematográfico actual disfrutan de un ámbito de influencia tan vasto y todavía en aumento.

Lo admirable es que Kiarostami comenzó desde sus primeras obras en 1969 a anunciar esa especie de nueva mirada sobre la realidad, con lo que de alguna forma proponía desde Irán el regreso a lo que fueron los orígenes del cine contemporáneo, básicamente a partir de la recuperación de la experiencia y la preocupación neorrealistas.

No hay que olvidar que la evolución hacia un cierto realismo de los sentimientos en Michelangelo Antonioni y el énfasis en el análisis de las estructuras y las fuerzas sociales en Francesco Rossi se habían tomado por muchos como señales inequívocas del adiós definitivo y la superación de las inquietudes planteadas inicialmente por el neorrealismo.

Pero con Abbas Kiarostami se repite la constante de que la realidad nunca se va del cine y ya no sólo por una condición ontológica del medio, como pensaría Bazin, sino también por una pervivencia de preguntas de orden moral. Creo que en el caso del director iraní ese es el terreno en el que debe situarse su aporte al cine, al volver a vincular de una manera estrecha la ética con la estética.

Kiarostami ha sabido girar la cámara para captar el mundo inmediato que lo rodea y sin engarzarse en disputas teóricas con el poder que necesariamente lo hubieran convertido en víctima silenciada, ha ido enseñando una nueva pedagogía para mirar la realidad y desentrañarla, redescubriéndola a través del análisis de las diversas capas que la integran, pasando de los detalles exteriores al desnudamiento poético.

Bajo la guía de este director el cine iraní ha sabido eludir el riesgo del costumbrismo y nada de lo que muestran las mejores películas de esa cinematografía funciona como simple registro de curiosidades locales. El mundo que presentan Los niños del cielo o El círculo es concreto, inmediato, reconocible, pero el valor de esas obras radica en la capacidad para superar la anécdota y convertirse en dolorosas imágenes reveladoras de la pobreza física o de la represión que se ejerce en una sociedad controlada.

Dueño de una filmografía amplia y dotada de una rigurosa coherencia, el cine de Kiarostami sólo se descubre para Occidente a partir de ¿Dónde está la casa del amigo? (1987), La vida continúa (1992) y A través de los olivos (1994), que originaron el interés del festival de Locarno en 1995 por organizar la primera gran retrospectiva de su obra. Su triunfo en Cannes con El sabor de la cereza validó su prestigio y lo convirtió en uno de los directores más solicitados por los festivales de cine de todo el mundo.

Sin embargo, Kiarostami se ha negado a manejar la aproximación de su cine a la realidad como fórmula (ese pecado lo ha dejado a sus imitadores) y ha optado por la aventura y el riesgo, haciendo de su obra un ejemplo maravilloso de saltos permanentes al vacío, explorando en cada nueva película campos novedosos. En ese sentido y para medir esa evolución, bien vale la oportunidad de ver tres películas tan diferentes como ¿Dónde está la casa del amigo?, A través de los olivos y El viento nos llevará.

Mientras en las dos primeras está clara y explícita la propuesta de lo que pudiéramos llamar el primer Kiarostami con su poesía y sus complejidades, con El viento nos llevará se observa a un director en plena madurez y que avanza en el nivel de sus propias exigencias. Ante todo por el tipo de interrogación que quiere formular a la realidad y por una especie de despojamiento mayor en sus recursos formales.

Los últimos tres trabajos de Kiarostami abren fronteras hacia un tipo de indagación más profunda de la realidad y de las relaciones específicas de esa búsqueda con las tecnologías actuales y con las posibilidades de nuevas formas estéticas. Diez, Diez en diez y Cinco forman un bloque de lúcida reflexión sobre las posibilidades artísticas del cine como medio, sin renunciar al eje de la preocupación central del compromiso con la exterioridad más inmediata y con la exploración de los límites entre la invención, el documental y la ficción.

Muestra en Santa Fe de Antioquia

 
¿DÓNDE ESTÁ LA CASA DE MI AMIGO?
Jane-ye dust koyast?

Dirección y guión: Abbas Kiarostami
Fotografía: Farhad Sabba
Música: Amin Allah Hossein
Sonido: Yahangir Mirshekari, Asghar Shahverdi y Behruz Moavenian
Montaje: Naamet Allah Alizadeh y Abbas Kiarostami
Producción: Centro para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes
Reparto: Babak Ahmadpur (Ahmad), Ahmad Ahmadpur (Mohamed Reza Nematzadeh), Jodabajsh Defai (el maestro), Mohamed Hosesin Ruhi (el ebanista).
Irán, 1987 - 83 min.


La pequeña odisea, recorriendo los ignotos caminos y callejones de un pueblo vecino al suyo, vivida por un niño de ocho años y su intento de devolver el cuaderno de tareas que ha cogido por equivocación a su compañero de pupitre. Ahmed y el espectador saben que de no entregar el cuaderno a tiempo, su amigo no podrá entregar las tareas al otro día, por lo cual será duramente amonestado por el maestro y probablemente expulsado del colegio porque ya acumula varias faltas de este tipo.

 
A TRAVÉS DE LOS OLIVOS
Zir-e derajtan-e zeytun

Dirección, guión, montaje y producción: Abbas Kiarostami
Fotografía: Hossein Yafarian y Farhad Sabba
Música: Amir Farshid Rahiman y "Concierto para oboe y violín" de Doménico Cimarosa
Sonido: Mahmud Samakbashi, Yadollah Nayafi y Hossein Moradi
Reparto: Hossein Rezai (Hossein), Tahereh Ladanian (Tahereh), Mamad Ali Keshavarz (el director), Farhad Jeradmand (Farhad).
Irán, 1994 - 103 min.


Un equipo de rodaje llega a un pueblo del norte de Irán, devastado por un terremoto, para realizar una película con el título de ...Y la vida continúa. Hossein, un muchacho del lugar, es contratado para trabajar en la película. Su compañera será una chica de la que está locamente enamorado, pero con la que no puede casarse porque su familia lo rechaza por no tener casa propia. Él seguirá a su amada hasta el final e insistirá en su deseo, ya que después del terremoto no ha quedado ninguna casa en pie.

laperla
EL VIENTO NOS LLEVARÁ
Bad maara jahad bord

Dirección, guión y montaje: Abbas Kiarostami
Fotografía: Mahmud Kalari
Música: Peyman Yasdania
Sonido: Yahangir Mirshekari
Producción: Abbas Kiarostami y Marin Karmitz (MK2 Productions)
Reparto: Bezhad Durani (Bezhad), Farzad Sohrabi (Farzad), Masud Mansuri, Massumeh Salimi, Bahman Ghobadi.
Irán, 1999 - 118 min.


Un grupo de personas llega a un pueblo. Los habitantes ignoran la razón por la que están allí. Los visitantes visitan un antiguo cementerio y merodean en torno al mismo, haciendo que los moradores sospechen que están en busca de tesoros, pero se van sin dar razón de lo que estaban buscando o de lo que encontraron. El ritual funerario atrae a la televisión iraní, pero no se puede prever cuándo habrá una muerte para realizar el documental. Esta película ganó el Premio del Jurado del Festival de Venecia en 1999.

<< Volver al 5to. Festival de Cine y Video de Santa Fe de Antioquia